Consejos para Manejo y Entrenamiento de Caballos

Por

Randall Ray Arms

Introducción

Este blog está hecho con el fin de ayudar las personas de todo nivel que están entrenando caballos. Como principalmente nuestros seguidores son de disciplinas vaqueras, muchos de los videos tratan de esas razas y sus respectivas preparaciones para competencias. No obstante, estaremos siempre anuente a recibir videos de cortas sesiones de entrenamiento evidenciando problemas que podemos observar, analizar y contemplar compartir con este grupo, de considerar que es un tema de amplio interés.

No hay que olvidar que la base de la equitación no está en las manos que dirigen el bocado, ni en las piernas y pies que accionan las espuelas. Por algo le dicen “ayudas”, ya que ellos son un complemento a la indicación que dá el núcleo de nuestro cuerpo que establece nuestro asiento en la montura. Un buen jinete va acudir a su núcleo siempre como la principal comunicación y luego usa las ayudas para acentuar ese mensaje, o enfatizarlo con más agudez, o incluso corregir una falta de respuesta a una petición inicial del núcleo. Si se puede cultivar esa mentalidad, su rendimiento como jinete mejorará muchísimo, incrementando los resultados mientras le dará una ventaja comparativa con otros que no ponen estos principios en práctica. 

Para muchos de mis amigos probablemente algunos de estos consejos sonaran a detalles muy sútiles y sin importancia ante una mentalidad más rústica de una disciplina vaquera. Pero vale la pena recordar que hubo muchas formaciones vaqueras que llegaron a entender el “arte” detrás de la equitación.  Mi esperanza es que este blog pueda ayudar a más de uno ser un ejemplo del valor que tiene esta cultura ecuestre basado en la unión emocional y el respeto por el rol que forma el jinete tanto como el caballo en dar los resultados óptimos, sea en su trato en el suelo o arriba de sus lomos.

Para los amigos y amigas que tienen un problema con su caballo, por favor escríbanos en el contacto de la página web www.internationalequineinformation.com donde tenga a bien de enviar el enlace de la aplicación de video que tiene su corta grabación que no pase de tres (3) minutos presentando el problema de su caballo.

Esperamos que esto ayude no solo a quien toma el tiempo de enviarnos sus videos, pero también a una amplia gama de caballeristas que representan múltiples razas en el mundo entero.    

CASO No. 1

Un caballo mueve lateralmente en un pequeño círculo al tranco con el caballo mirando hacia el centro del círculo, por lo tanto, las patas recorren más camino que las manos. El jinete tiene su cuerpo cargado para el lado contrario a la dirección que se mueve el caballo. 

OBSERVACIONES

En el primer ejemplo donde mueven los posteriores alrededor de los anteriores, el jinete le dificulta el trabajo al caballo dejando caer su hombro al centro del círculo, desbalanceando la carga de su peso en la dirección contraria que está pidiendo que mueva el ejemplar. Aquí se debe concentrar en mantener el cuerpo recto (vertical) al pedirle al caballo que mueva sus posteriores. El cuerpo del jinete no debe estar para adelante ni para atrás, porque no está pidiendo avance o retroceso, sino un movimiento lateral.

Idealmente, la posición de la pierna exterior (o sea la que empuja el posterior del caballo para el lado contrario) del arreglador debe estar más atrás de la posición vertical para indicar que su presión es sobre los posteriores. 


La pierna contraria (en el lado donde se dirige el movimiento) debiera estar un poco adelante del vertical, pero sin presionar, ya que su función es retener los anteriores para que el movimiento nazca de los anteriores. 

Yo diría que una buena manera de darle más comprensión al caballo de que lo que se busca en este ejercicio, es primero intentarlo parado. Empieza pidiendo que no se mueva de un sitio estipulado con los anteriores y pides mover los posteriores lateralmente un paso y recompensas. Después dos pasos y así vas incrementando hasta que la pierna del jinete detrás del vertical es capaz que el caballo gire sus posteriores 360 grados alrededor de los anteriores que permanecen en el mismo sitio. Cuando se domina un lado, entonces se hace lo mismo para el otro. 

Luego cuando se quiera hacer círculos pequeños donde el posterior transita con pasos más amplios para girar alrededor de las manos del caballo, el ejemplar va tener una plena comprensión de lo que le pides.

Al jinete tener su cuerpo recto, el mensaje de su peso no está confundiendo el caballo, porque la tendencia de todo caballo es poner su centro de gravedad debajo el cuerpo del

jinete.  Eso es lo que salva el borracho que vuelve de la cantina a la casa de a caballo. 

Así que cuando el jinete tira su cuerpo para un lado, está inconscientemente motivando el caballo a seguir sus instintos de ir en esa dirección, pero en realidad lo que se está pidiendo con las ayudas es que vaya en la dirección contraria. 

Aún cuando el caballo llega saber que debe seguir las ayudas del jinete más que sus instintos, el jinete le hace la labor mucho más difícil cargando su cuerpo en una posición totalmente desbalanceada e incómoda. 

CASO No. 2

Jinete retrocede un caballo continuamente jalando las riendas hasta que el caballo se para

OBSERVACIONES


En el caso que demuestra un retroceso, puedo decir primeramente que como jinete uno debiera tener un lenguaje de cuerpo que indica que estás pidiendo al caballo retroceder. 

En mi forma de pensar, el objetivo principal debe ser donde uno pone el centro de gravedad de su cuerpo. Esto se debe a que un caballo siempre trata de unir su centro de gravedad con el del jinete que carga en sus lomos. Si el jinete mueve su centro de gravedad hacia adelante, el caballo tiene la tendencia de ir hacia adelante para buscar cargarlo mejor. Si el jinete mueve su centro de gravedad para atrás, el caballo tiende a tomar un paso para atrás para poder cargarlo mejor también. 


Entonces en el retroceso, lo indicado es mover el centro de gravedad del jinete levemente para atrás, moviendo su torso en esa dirección al recostar un poco los hombros. Eso ya le dice al caballo que el jinete quiere que retroceda. 

Por otro lado, para indicar el retroceso puedes dar una señal de apretar las rodillas ya que es algo sutil poco notable por terceros, pero algo que el caballo claramente siente. Por acondicionamiento de siempre hacerlo antes del retroceso, el caballo puede empezar a relacionar esa ayuda con el retroceder. 

En el “reining” americano también se suele mover las piernas adelante, porque en la primera fase de esta enseñanza es práctico motivar los primeros pasos abrazando los hombros del caballo y dar unos toques tableados contra el hombro para estimular el movimiento. La idea es que el contacto en la parte delantera del cuerpo del caballo ayudará incentivarlo ir en la dirección contraria. Luego que esto lo aprende el pupilo, simplemente el tirar las piernas hacia adelante es suficiente para el caballo saber que pides el retroceso. 

Yo también incluyo un comando verbal porque le enseño a retroceder cuando estoy parado en el suelo y asocio el accionar a una palabra que le digo simultáneamente que es, “back”.  Entre más ayudas puedes usar simultáneamente, mayor será la comprensión del caballo. 

Habrán notado que no he dicho nada de jalar las riendas. Eso es porque las riendas comúnmente son una forma brusca y forzada de hacer el caballo retroceder cuando el tiro de la rienda es continua y comúnmente cada vez más fuerte, para obligar el retroceso del ejemplar. 

Más bien, en el retroceso, la rienda debe ser un atajo para cerrar la puerta a un avance hacia adelante. De esta manera cuando le pides un movimiento el caballo se topará livianamente con el bocado si busca avanzar hacia adelante, pero si sigue la indicación de tu cuerpo levemente recostado para atrás, ahí no encontrará resistencia alguna de parte del bocado. No demora mucho tiempo para que el caballo determine cuál es la opción de menos resistencia. 

Cuando el caballo aprende a escuchar las ayudas sensiblemente, el jinete debiera poder pedir el retroceso con la posición de su cuerpo y los toques tableados en el hombro. Más adelante con el lenguaje de cuerpo del jinete y solo poner las piernas al lado de los hombros será suficiente.  Y con más tiempo aún, el simple hecho de hacer sentir el cambio del centro de gravedad del jinete en el lado posterior de la silla tendrá la perfecta comprensión de su caballo. 

Cuando el caballo ya está sensible a las ayudas podrán incorporar el uso de las riendas para solicitar el retroceso con una leve presión que se quita apenas el caballo toma UN paso para atrás. Ante esa comprensión, si luego el caballo se para o se alenta, otra señal leve del freno corresponde para nuevamente soltar la presión apenas te responde. El soltar la presión del bocado es la recompensa que motiva el caballo a seguir respondiendo en la forma deseada ante cada petición. Inicialmente, un retroceso de 5 pasos puede ser que requiere cinco señales de presión y soltura de esta, en el recorrido. Sin embargo, con el tiempo necesitarás cada vez menos estímulos para seguir retrocediendo hasta que solo necesitaras señalar que pare de retroceder.  

Más adelante el caballo seguirá para atrás mientras tu lenguaje de cuerpo lo indica, y la única razón de usar la rienda será para solicitarle más velocidad, o en el caso que quieres corregir una trayectoria no deseada, o indicar una trayectoria deseada que no es en línea recta. Un caballo que retrocede bien debiera retroceder en cualquier dirección, incluyendo retroceder un círculo en ambas direcciones. 


Una cosa muy importante, es que no debieras empezar a enseñar o pedir el retroceso hasta que el caballo entienda responder ante la solicitud de una flexión vertical. Esto significa que al usar los dedos para dar un temblor en la rienda, motiva al caballo doblar el cuello en la articulación del atlas (nuca) y entregar su hocico hacia la dirección del cuerpo para poner el perfil facial en una posición vertical.  Esto se debe lograr a través de una paciente repetición y no por la fuerza. Cuando usas la fuerza para obligar esta acción, el caballo responderá con abrir su boca y ponerse tenso requiriendo que el jinete amplíe la presión de las riendas sobre el bocado para un pobre resultado tenso y errático en el retroceder. 


Si el jinete empieza todo retroceso con una solicitud de flexión vertical, define que la fuerza no será necesaria porque le quita la palanca que tiene el caballo para oponer el jinete tirando su hocico para adelante. Por ejemplo, un caballo que se desboca, va querer estirar su cuello y hocico hacia adelante, porque es como más puede resistir la presión del jinete que trata de pararlo. Un caballo en flexión vertical está opacado de usar la fuerza de sus anteriores en adelantar. 

Así que esto es un punto muy importante.  Si tenemos un caballo retrocediendo con la boca abierta, es un indicio seguro que el caballo no ha comprendido lo suficiente que lo que es la flexión vertical y probablemente es porque no se lo han enseñado ampliamente. 

Ahora si entendemos los puntos ante mencionados, será llamativo el caso en mención que cuenta que la única ayuda a la cual se acudió usar, fue la fuerza de las riendas para obligar el caballo a retroceder. Incluso, se le puso la presión en el bocado y el caballo empezó a retroceder, pero no se le quitó la presión nunca hasta decidir que no retrocediera más. 

Este ejemplo fue uno de 100% exigencia del jinete y muy poca comprensión de parte del caballo. El caballo no recibió NADA de recompensa por complacer el jinete en hacer lo pedido, porque mientras retrocedía el caballo sintió la fuerza de las manos sobre el bocado.  Incluso, a medio retroceder, se necesitó ejercer más presión y esto fue el único momento que el cuerpo del jinete se movió atrás de vertical. Es importante aclarar que no fue porque era una señal de lo que se solicitaba, sino porque se tuvo que usar el cuerpo del jinete para hacer más fuerza en el bocado. 


Ahora podemos entender porque el caballo retrocedió con la boca abierta, ya que estaba expresando el dolor sobre su lengua y ansías y solo su actitud lo suficiente sumiso fue lo que dio el resultado dictatorial. Un caballo con menos manejo puede reaccionar con rebeldía agachando la cabeza entre las manos, tirando el cuello para ambos lados o incluso alzándose en las patas donde es capaz de dejarse caer para atrás si la presión en el bocado no se le quita del todo. 

Lo que trato hacer ver, es que con una buena base de respeto y paciencia uno puede hacer que el caballo sea un socio cooperador en los objetivos que se buscan lograr como dupla. Un caballo tratado de esta manera se cercará mucho más a su potencial funcional. Un caballo obligado a la fuerza aprende a dar lo mínimo requerido para dejar de recibir los dolores o incomodidades de las ayudas mal aplicadas. 

Así que en este caso hay varias lecciones importantes que contemplar porque estos principios básicos tendrán aplicación en muchas otras instrucciones que darán en futuras enseñanzas. 

Creo que está claro que un caballo como el que mencionamos en este caso no está para hacer un ejercicio más complejo de cualquiera disciplina. Muchos entrenadores pueden insistir en hacer movimientos más exigentes mostrándole por obligación lo deseado. No falta quienes se contentan con que actúen mecánicamente sin comprensión al no tener un cimiento comunicacional entre el jinete y caballo primero. 

Es conocido que antiguamente en los mejores ámbitos ecuestres estos pasos de enseñanza no se lo saltaban. Era considerado razonable seguir todas las etapas, ya que, enseñando los conceptos comunicacionales primero, la dupla entra a algo más complejo con muchas más alternativas para lograr el objetivo mientras lo logrado se hace con un respeto mutuo.

CASO No. 3

Un caballo da la vuelta el picadero en un trote lento y relajado. Después de una vuelta y media el jinete lo para con un liviano tirón de la rienda que causa que el ejemplar abra la boca al parar. 

OBSERVACIONES

En este caso me gustó la vuelta al trote en el sentido que el cuerpo del jinete iba bien erecto y balanceado, las riendas tenían suficiente soltura para no presionar el bocado y había mucha comodidad en el trabajo entre ambos. 

Después de lograr esta actuación con muestra de un trote de gran confianza y comodidad, se puede pedir sutilmente a estas vueltas una flexión lateral. O sea, se solicita al caballo doblar el cuello a un lado mientras el cuerpo del caballo sigue recto. Estas flexiones laterales se deben hacer para ambos lados, turnándolas con un periodo de trote con el cuello recto entre medio. 

Cuando la flexión lateral al trote se domina plenamente, se puede empezar a solicitar una flexión vertical donde el perfil facial se sostiene en una posición a plomo. Claro está, que esto asume que todos estos movimientos se enseñaron con el caballo parado primero.  Esto se sigue practicando hasta que el caballo puede sostener la flexión vertical por varios trancos sin presión del bocado. Este ejercicio es muy importante para más adelante hacer unas buenas metidas de pata con un caballo que sabe ceder su nuca y quijada ante la más leve presión de la rienda. 

Lo único que puedo indicar como crítica constructiva en este caso es que el caballo que venía trabajando relajado y cooperador llegó a parar por obligación y no por comprensión. Aunque no se tironeó fuerte al parar, ya mostró su hábito de defenderse ante el abuso del freno, al abrir su boca. 


A esa velocidad no hay razón en el mundo de no poder pararlo con puro lenguaje de cuerpo. No hacia falta la riendas ni el bocado y su relación me indicaría a mí que no se ha dado la prioridad a relacionar el cambio del centro de gravedad del jinete con el acto de parar mientras probablemente la señalización principal para parar ha sido un tirón continuo hasta que el caballo detiene su movimiento progresivo. 

Este caso resalta el hecho que desde que tenemos caballos jóvenes en amansa tenemos que enseñar múltiples ayudas para los caballos, de los cuales el jalar las riendas es posiblemente el menos importante. Con el tiempo el caballo aprenderá aceptar las señales livianas que da su jinete con las manos, sin abrir su boca porque no asociará el bocado con dolor o incomodidad. 

Así que tenemos que hacernos el objetivo de repetir paradas a todas las velocidades (y en esta etapa ninguna debe ser rápida) principalmente usando las ayudas del lenguaje de cuerpo, estirar los estribos adelante del vertical, señales orales que nuestros caballos asocian con detenerse y en lo menos posible la liviana señalización del bocado. Tan importante como dar muestra de estas ayudas para parar es dejar de hacerlas a penas inicia el proceso de detenerse y al quedar totalmente inmóvil volver nuestros cuerpos a la posición neutral. 

Hay que enfatizar que especialmente al inicio es una gran ayuda que vayas acondicionando el caballo a alguna señal verbal cada vez que paras. Lo tradicional en EEUU es un largo y lento “Whoa” ( en castellano sería pronunciado “juooo”). También hay quieres usan un silbido. Otros usan una fuerte expiración por la boca ya que esto no solo hace un sonido que el caballo capta, pero también le permite sentir el relajamiento del cuerpo del jinete al expirar.  Lo que sea que se use, lo importante es que seas consistente y que lo uses cuando paras el caballo a cualquiera velocidad. También puedes probar parar el caballo solamente con una de las alternativas que le has enseñado. De esta manera cuando tienes necesidad de una parada realmente importante, usaras todas las ayudas que tienes a mano y el impacto en el caballo será mayor. Así que vaya creando un hábito productivo que servirá más adelante con paradas impresionantes a toda velocidad. 

CASO No. 4

Un caballo galopa alrededor del picadero en ambas direcciones y periódicamente en las rectas el caballo se señaliza a poner su cuerpo segado para cambiar de manos. El caballo sigue galopando en diagonal por todo el perímetro del picadero y cada vez que se cambia a una posición segada en la dirección contraria, el caballo cambia de mano nuevamente. El resultado es que el caballo está trabajando a la mano como también en el contra-galope. 

OBSERVACIONES


Por el tipo de ejercicio que se está llevando a cabo, asumo que se trata de un caballo en las iniciales etapas de entrenamiento. Como la mayoría de los cambios se hacen sin gran resistencia y con solo una ocasional señal de frustración, tengo que pensar que el caballo lleva un excelente comienzo. 

Otra cosa que me gustó mucho fue cuando se hacía la transición del trote al galope el jinete señalaba con su lenguaje de cuerpo moviendo los hombros para adelante hasta que el caballo cambiaba a galope y luego volvía a una posición balanceada. Eso es lo que hace un jinete saliendo de la gatera de una carrera, o una persona de equitación antes de empezar un salto y eso nos indica que el grado de cambio de postura de nuestro cuerpo puede ser un excelente comunicador a nuestros pupilos equinos. 

De la misma manera, el mover nuestros hombros para atrás debe comunicar disminuir velocidad, parar o retroceder.  Cuando los caballos ya son maestros, solo centímetros de movimiento en cualquier dirección son captados como ayudas si uno es consistente en siempre usar estos mismos indicativos.

Aunque nunca vi el caballo galopar una vuelta entera en una sola mano, las veces que galopó en la recta sin cambiar de mano, lo vi relajado trabajando con una rienda bastante suelta. Esto es muy positivo e indica que en el periodo de amansa el caballo tuvo suficiente tiempo galopando sin exigencias para sentirse relajado y cómodo y, por ende, tiene un buen comienzo para el corto tiempo que lleva de entrenamiento. 

Creo que el caballo empieza a relacionar el cambio de posición de las piernas del jinete con la mano solicitada (el jinete lleva la pierna del mismo lado de la mano escogida, más adelante que su pierna del lado contrario) y supongo que esa diferencia de posición de piernas también va acompañada del sentir la pierna y/o espuela tableada para mover los posteriores al lado contrario de la mano solicitada. 

Por ahora, como los cambios de mano se hacen en una recta, se está utilizando la posición segada del cuerpo del caballo para que naturalmente busque la mano que corresponde. Para eso no solo apoyas el posterior de lado contrario de la mano solicitada, pero también se está apoyando la rienda contraria a la mano solicitada para obtener la posición diagonal que le facilita agarrar esa mano. 

Aún el caballo tiene un poquito de rechazo al solicitar el cambio de manos, pero son momentos puntuales entre otros cambios hechos con bastante cadencia. Más bien la tensión se nota porque el caballo agarra más el bocado en este ejercicio que al galope tendido y no trabaja tan relajado como cuando galopaba tranquilamente sin cambiar de mano. 

Pero creo que va bien para lo verde que está en su entrenamiento y hay mucho que agradecer del caballo que ha logrado responder relativamente rápido, ya que a algunos caballos son muy reacios a cambiar de manos. Esto no solo muestra buenas aptitudes del entrenador, pero también un grado alentador de atletismo del caballo. 

Con el tiempo, se va a buscar pedir cambios de mano por las puras ayudas mientras se sigue andando recto y en esa instancia seguirá siendo correcto usar la pierna en el posterior de caballo del lado contrario a la mano solicitada, pero la presión de la rienda directa debe cambiar a ser la del MISMO lado de la mano solicitada. Para esto es importante ya haberle enseñado al caballo la flexión lateral al galope de manera que se puede posicionar el cuello y cabeza independiente de la dirección que lleva el cuerpo. 

Esto es especialmente importante cuando trabajas los caballos en un círculo porque la posición correcta del caballo en ese instante es que arquee su cuerpo asemejando la curvatura del óvalo. Para eso el cuello va tener que doblar levemente en la dirección que recorre el caballo, o sea para el lado de la mano que lleva.  Esto es contrario a lo que se está haciendo en esta etapa y corresponde a una enseñanza en una fase más pulida, así que entiendo que por ahora se haga a lo contrario porque estás tratando de facilitar el cambio de mano al ponerlo en la posición segada. 

Solo lo aclaro para que se sepa que con el tiempo lo correcto es que se vaya haciendo una transición a cambios de manos manteniendo el cuerpo derecho y el apoyo leve en la mano del jinete que está en la dirección de la mano solicitada. Obviamente, después de obtener la mano peticionada al galope, las manos del jinete corresponden en dirigir el caballo en la dirección deseada.  

Lo que sí pienso que debemos notar es que la posición del cuerpo no se desbalancee para el lado contrario de la mano solicitada al caballo.  Es muy común cuando se pone la pierna y/o espuela del lado contrario a la mano solicitada, que el jinete deja caer su hombro para ese lado y después por costumbre se mantiene ahí durante la mayoría del galope en esa mano. 

En pupilos principiantes, yo noto que les dificulta poner presión en una pierna sin dejar caer su hombro para ese lado. Obviamente la ayuda de una pierna, no tiene justificación para sacar el cuerpo de una posición equilibrada sobre el caballo. 

En algunos casos, no son observaciones respecto jinetes principiantes, sino una tendencia cultural ya que se ve en la mayoría de los jinetes de una disciplina que corren en la cancha con el hombro caído para el lado contrario que llevan la mano del caballo.  Aun en estas disciplinas hay excepciones de excelentes jinetes que tienen posturas muchas más correctas, pero desgraciadamente hay otros jinetes reconocidos que obtienen buenos resultados de esta manera de correr que no ayuda su caballo. O sea, el caballo va a hacer su función como se lo pidan, pero si uno se lo hace más fácil, o más difícil, depende de cada uno. Hay caballos excepcionales que logran grandes resultados a pesar de sus jinetes. 
Creo que la buena equitación trata de que favorezcamos los caballos para que cargar nuestro cuerpo siempre sea lo más fácil posible para ellos. De esa manera los caballos tienen más energía para los requisitos de la disciplina ejercida y a la vez, al llevar nuestro peso de manera más balanceada, tienen menos probabilidad de lesiones. 

Así que es aconsejable mantener esta recomendación consciente en los trabajos diarios a todas las velocidades, ya que eso luego se transformará en una postura más concienzuda para su caballo en la disciplina competitiva señalada para cada ejemplar.

CASO No. 5

El caballo haces sus primeros intentos a mover sus manos alrededor de sus posteriores en una vuelta sobre parado lenta.  Para un lado el movimiento de los anteriores los acompaña el meneo desbalanceado de los posteriores en la dirección contraria. Se nota que la distribución del peso del caballo no está firmemente puesta en los posteriores. 

OBSERVACIONES 

En este caso puedo hacer la observación que siendo un potro con tan poco entrenamiento tiene una buena disposición para lograr hacer buenas vueltas sobre parado, porque fácilmente hace algo que le cuesta a muchos caballos y eso es, cruzar la mano externa sobre la mano interna al hacer el giro.  Parece que lo lleva acabo mejor a la izquierda, pero realmente me impresionó para los dos lados en ese sentido que sus manos nunca buscan apoyarse para afuera como muchas veces ocurre en caballos aprendices. 

Donde el caballo está bastante confundido es en la posición de su tercio posterior y esto se vio más grave en el giro a la derecha, lo cual a mi juicio tiene la explicación que el jinete tiene su pierna externa más atrás de la vertical, e incluso, más atrás que su pierna interna del circulo donde pretende girar. 

Como la función de la presión de la pierna o espuela externa es mover los anteriores del caballo, la pierna de contacto del jinete debe estar más adelante del vertical, ya que tenerlo detrás del vertical es una ayuda que pretende mover los posteriores del caballo.  En el caso de la vuelta sobre parado el objetivo es que los posteriores deben quedar quieto, ya que el cuerpo del caballo solo debe girar sobre su pata interna de apoyo. Así que es mi opinión que la posición de la pierna del jinete le era confuso al caballo y estoy bastante seguro que si el jinete adelanta la pierna de contacto al frente del vertical, tendrá un tren posterior más estable. 

En su giro a la izquierda el caballo estuvo más plantado en los posteriores y es porque el jinete tenía su pierna derecha más vertical y no doblada para atrás como se hizo para el otro lado.  Mejor aún seria que esa pierna de apoyo estuviera levemente delante de la vertical para dar una más clara indicación de mover el hombro y las manos para el lado contrario. 

Para terminar con el tema de las piernas del jinete vale la pena recalcar que la pierna interna (en lado de la dirección que gira el caballo) debe quedar totalmente despegada del caballo para dejar la puerta abierta a que el caballo gire en esa dirección.  Hay quienes incluso giran la punta de su bota en la dirección que se desea que el caballo gire ya que si uno es consistente en cualquier señal de ayuda, el caballo es muy persibidor de detalles y aprende a usarlo como una indicación más.  

Otro detallito que puedo señalar, es que el lenguaje de cuerpo del jinete en este caso no coincide con lo que se está solicitando al caballo. Una vuelta sobre parado es un ejercicio que requiere que el balance del caballo esté en los posteriores para así alivianar el tercio anterior y poder facilitar los giros. Si observamos el jinete, veremos que ha perdido su postura erecta y está agachando su cabeza hacia al frente y abajo. Esto da un mensaje al caballo que debe adelantar (lo cual no es deseado en una vuelta sobre parado) y aunque no lo implemente del todo puede motivar el caballo a poner más de su peso sobre las manos que se desean que el caballo las mueva con liviandad para lograr una ágil vuelta sobre parado. 

Además, el jinete está mirando para el exterior del cuello del caballo, lo cual es en la dirección contraria a la cual se quiere que el caballo se mueva. Yo soy proponedor que al hacer una vuelta sobre parado debemos mirar en la dirección que queremos que el caballo se dirija y esto lo creo por dos razones. Una, es que nuestra cabeza pesa como 4 kilos y es muy fácil para el caballo percibir para que lado miramos. Por lo tanto, nuestro caballo tiene la capacidad de querer seguir nuestra iniciativa, especialmente si nuestra mirada coincide con todas las demás ayudas que le estamos dando. Por otro lado, si miramos en la dirección que vamos, giramos en la cintura y esto distribuye más del peso de nuestro asiento en nuestra cadera interna que está del lado donde el caballo tendrá que afirmar su pata de apoyo para hacer el giro. 

A mí, esto me hace mucha razón.  No obstante, tengo que admitir que hay muchos jinetes de “reining” que se mantienen perfectamente centrado en la montura mirando entre las orejas del caballo mientras que hacen los famosos “spins” (vueltas sobre parados). Por lo menos esa es una posición neutral, pero mirar para el lado contrario de la dirección que se desea ir, eso sí lo veo contraproducente para la buena comprensión caballar. 

Como ultima observación que quisiera hacer es que a medida que los caballos tienen más experiencias y aprenden a usar la rienda indirecta sobre el cuello para doblar los anteriores, la vuelta sobre parado debiera empezar siempre por el uso de esta señalítica direccional. Si el jinete empuja el cuello del caballo en la dirección que quiere hacer el giro, esto más que cualquier otra ayuda, debiera motivar el caballo mover el hombro y cruzar la mano exterior sobre la mano interior para iniciar el movimiento. La presión de la pierna o espuela exterior se debe conservar para una ayuda en incrementar la velocidad del caballo en los giros si acaso no está logrando lo deseado. De esta manera el uso de la pierna o espuela externa debe ser de manera puntual, porque si fuese muy repetitivo, con el tiempo y sobreuso, se desensibilizará el caballo de responder agudamente a esa petición. 

Randall Ray Arms, PAS
Professional Animal Scientist

Equine Specialist